sábado, agosto 25, 2007

EL DÍA DE LA TENCA, ENTRE EL CAOS Y LA ALEGRÍA





Un aguacero puede descolocar al más pintado y a nadie le sorprendió que las carpas preparadas en Brozas para recibir a los visitantes que acudieron al “día de la tenca”, resultaran claramente insuficientes, en pleno chaparrón y especialmente cuando el regato cubrió los tobillos de gran parte de los asistente.





Creo que la insólita concentración de gente nos cogió desprevenidos. Por primera vez no pudimos aparcar en la misma puerta, y hasta tuvimos que maniobrar para evitar algunas estrecheces de calles que normalmente soportan un tránsito tan esporádico que a pesar de su escasa anchura son de doble dirección, es decir todas.





Con todo me habría quedado hasta la verbena de no haber sido por el respeto que me merece la carreterita de vuelta a Cáceres, de buen firme pero estrechita y sin arcén, cuyo arreglo llevamos tantos años esperando que encaje en el presupuesto de la Diputación. Seguro que ya es “cuestión de poco”.





Eso sí las tencas “supercaras”, a dos euros cada cachito (media tenca) medio crudo, y las cañas al mismo precio que en el paseo marítimo de Marbella, aunque, por supuesto, para otro año os recomiendo la experiencia. Todo sea por mi pueblo, y por la mancomunidad Tajo-Salor.





Milagrosa Carreo Sánchez