sábado, mayo 17, 2008

Historias en el puente de mando






Esta mañana me deperezaba yo saboreando el recuedo que la noche anterior me dejó la presentación en la ciudad hermana de "Cáceres Laica" a ese tipo de auditorio que te comunica importantes dosis de esperanza en la humaidad..digo que andaba yo entreteniendo mi mente con la evocación de la cálida acogida de nuestros amigos pacenses mientras ojeaba mi correo y de pronto me encuentro con el envío sorpresa -gracias Paco- del siguiente aículo que copio y pego:

La promoción que estudió en el centro en 1979 contó entre sus aulas con la primera mujer que cursó esta carrera en España







La vieja Escuela de Náutica frente a la playa de La Caleta, tras 20 años de docencia (entre su construcción a principios de los 70 a su traslado al Campus de Puerto Real en el comienzo de los 90) esconde también una pequeña gran historia que entronca con la de los grandes descubridores del Nuevo Mundo y con estos tiempos de Ministerio de Igualdad.Corría el año 1979. Un centenar de alumnos navegaba por los pasillos en una de las primeras promociones de la entonces Escuela Oficial de Náutica (antes de que terminaran sus estudios aquellos jóvenes pasaría a denominarse Escuela Superior de Marina Civil). Todos ellos eran hombres. Un vestigio de la dictadura dictaminaba que sólo los hombres podían estudiar la profesión del mar. Hasta que llegó Milagrosa, una extremeña (como tantos descubridores pese a ser de una tierra interior) que peleó por aprender en la vieja escuela lo que ella quería y no lo que la ley le dejase. Presentó una reclamación, basándose en que la recién aprobada Constitución equiparaba a hombres y mujeres en todos los derechos y obligaciones.Y le dieron la razón, con lo que se convirtió en la primera mujer del país que ingresó en una escuela náutica (es la cuarta por la izquierda de la línea de abajo de la imagen). «Le he perdido la pista con el paso de los años y ni siquiera recuerdo su apellido, aunque es sin duda uno de los recuerdos más significativos de aquella época», rememora Francisco Piniella, director del Departamento de Ciencias y Técnicas de la Navegación, de la actual Facultad de Ciencias Náuticas, y alumno de la promoción que entró en la carrera en 1979.Piniella cree que el origen y la primera intención de la escuela se desvirtuó muy pronto, «cuando decidieron enviar todo lo relacionado con el mar a Puerto Real y Cádiz perdió la oportunidad de aglutinar una población universitaria especializada y diferenciada en un pequeño municipio, como ocurre en Santiago de Compostela y en Salamanca». Tantos años después (la Escuela de Náutica dejó paso al Instituto Marítimo-Pesquero en 1993), el ahora profesor se pregunta «cómo los gaditanos dejaron escapar esta facultad, o la de Magisterio...».Los tiempos han cambiado en muchos sentidos. La promoción de Piniella estaba compuesta por más de un centenar de estudiantes. Hoy día, sólo comienzan la enseñanza náutica superior entre 15 y 20 alumnos: «El mar ya no atrae tanto como antes y es una pena que se pierda esa relación que siempre ha mantenido con Cádiz».¿Y qué recuerda de su vieja escuela? «Siempre nos pareció muy adecuada su forma de puente de mando. Incluso hacíamos simulaciones en el aula principal con su radar en pleno centro. Además, se supone que hacía un todo modernista con el edificio del Olivillo, con lo que su valor era todavía mayor».